EL MARTILLO SOBRE EL AGUA

El 6 de diciembre de 1956 se enfrentan en un partido de waterpolo las selecciones de Hungría y la Unión Soviética, durante las Olimpiadas de Melbourne, Australia...

El ejército soviético había invadido Hungría el 4 de noviembre, con 31.550 soldados y 1.130 tanques. 

¿La causa? La revolución húngara cuestiona el estilo de gobierno estalinista y rechaza el régimen de partido único. (¿Ven alguna semejanza con la existencia del partido "único" que promueve la revolución cubana por "la voluntad de todo el pueblo"?). 

La manifestación comenzó, como es usual, con una protesta estudiantil. La tarde del 23 de octubre de 1956 el presidente del sindicato de escritores, Peter Veres, lee un manifiesto ante aproximadamente 20.000 manifestantes. La multitud canta la censurada "Canción Nacional" cuyo estribillo expresa: "Juramos que no permaneceremos más tiempo como esclavos." 

La resistencia húngara continuó hasta el 10 de noviembre. Más de 2.500 húngaros y 722 soldados soviéticos perecieron en el conflicto y unos 200.000 húngaros huyeron del país. En enero de 1957 los soviéticos instalan el nuevo gobierno liderado por János Kádár. Después de eso la discusión pública acerca de la revolución de 1956 estuvo prohibida en la Hungría comunista durante más de treinta años...

El equipo de waterpolo de Hungría arriba a Australia a principios de noviembre de 1956. "Trata de imaginar la situación", dice Dezso Gyarmati, que había participado en las protestas de octubre, y era capitán del equipo de Hungría. "Una superpotencia destruye con tanques tu país, y tienes que enfrentar a los representantes de esa potencia en la olimpiada". 

El partido comienza entre gran tensión. La estrella de los húngaros, Ervin Zador, anota 2 tantos y Hungría va ganando por 4-0. El jugador soviético Valentin Prokopov le propina un codazo a Zador en la cara, y lo corta por debajo del ojo derecho. El efecto anticoagulante del agua hace que la sangre se riegue en el pecho de Zador, y al salir de la piscina parece venir de una carnicería. El partido se suspende a falta de un minuto, porque el público australiano explota y se lanzan a escupir a los soviéticos. La prensa de todo el mundo publica la foto de Zador y el partido es calificado como el "Baño sangriento de Melbourne".

La victoria sobre los soviéticos inspiró la creación del documental Freedom's fury (producido por Quentin Tarantino y narrado por Mark Spitz) y de la película Niños de Gloria, ambas lanzadas en el marco del aniversario número 50 de la Revolución Húngara (2006)

Zador no pudo jugar la final por causa de su herida (Hungría ganó la olimpiada con victoria 2-1 sobre Yugoslavia). Nunca regresó a Hungría (la mitad del equipo húngaro tampoco), recibió asilo político en Estados Unidos, donde entrenó al legendario nadador Mark Spitz. Sador es considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, falleció en el 2012, con el orgullo de su cicatriz en el rostro, y la medalla de oro que ganó en aquella olimpiada.

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